La Federación Provincial de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Sevilla (FAMS-COCEMFE Sevilla) estuvo presente en el acto, y fue testigo de la importancia de tener una actitud positiva ante la vida y las barreras que puedan aparecer.
“Nadie quiere estar en una silla de ruedas. No es fácil, te cuesta y lo odias con toda tu alma, pero el no hacerlo me llevaba a ser la persona más egoísta del mundo”, confesó la aragonesa. La historia de esta nadadora muestra la superación que uno mismo puede llegar a alcanzar si quiere. “He hecho cosas que de otra manera no me habría atrevido a hacer. Me gusta tanto mi vida que no me he planteado cómo hubiera sido si no me hubiera quedado en silla de ruedas”, apuntó la medallista paralímpica.
De pequeña le dijeron que nadar no era para ella, y desde que a los 19 años perdió la movilidad de las piernas debido a una neuropatía, aprendió a nadar. Además, casi de manera inmediata, su primer entrenador le animó a competir. A partir de ese momento comenzó con campeonatos en los que destacó. De esta manera, con su testimonio vital la nadadora persiguió motivar a las personas que sufren una lesión medular y una discapacidad. “Fue una transformación muy chula, salí adelante y comencé a competir. Tengo muchos motivos para ser feliz por me construyo mi felicidad”, sentenció Perales.