Las pensiones no contributivas, como se indica en la página del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, son «prestaciones económicas que se reconocen a aquellos ciudadanos que, encontrándose en situación de necesidad protegible, carezcan de recursos suficientes para su subsistencia en los términos legalmente establecidos, aun cuando no hayan cotizado nunca o el tiempo suficiente para alcanzar las prestaciones del nivel contributivo».
Estas prestaciones económicas se otorgan a ciudadanos españoles que no disponen de ingresos suficientes para vivir y que no necesariamente han cotizado o contribuido al sostenimiento del sistema.
¿Quiénes pueden beneficiarse de las pensiones no contributivas?
Existen dos grandes grupos a los que se les puede conceder este tipo de prestaciones: a personas en situación de jubilación y a personas en situación de invalidez. No obstante, además de pertenecer a alguno de estos grupos, las personas que quieran optar a una pensión no contributiva deben cumplir los siguientes requisitos:
– No disponer de ingresos suficientes para sobrevivir, es decir, que las rentas de las que se dispongan sean inferiores a los 5.136,60 euros anuales.
– En el caso de que se opte a una pensión de jubilación, es indispensable tener 65 años o más y haber residido al menos durante 10 años en el territorio español desde que el beneficiario cumpliera los 16 años de los cuales dos de ellos deben ser consecutivos.
– En el caso de que se opte a una pensión por invalidez, la edad estipulada está entre los 18 y los 65 años. Además, es necesario demostrar un grado de invalidez superior al 65 % y residir en el territorio español, habiéndolo hecho durante un periodo de cinco años, de los cuales dos de ellos han de ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud.
¿Qué cobertura tiene?
En el caso de las pensiones contributivas, en las que el individuo beneficiario ha cotizado en la Seguridad Social española, la cuantía se determina en función de los años cotizados y de la base de cotización. En estos casos, la pensión mínima que se puede recibir es de 8.426,60 euros. Pero, ¿Qué pasa con las pensiones no contributivas? ¿Cómo se calcula la cuantía que recibe cada usuario?
En las pensiones no contributivas la cantidad que recibe el beneficiario se establece en función de las rentas personales y/o de su unidad económica de convivencia. En ningún caso esta cuantía puede ser inferior a la mínima del 25 %. Este 2021, según la Ley 11/2020, del 30 de diciembre, la cuantía íntegra anual es de 5.639,20 euros anuales o 402,80 euros mensuales. La cantidad íntegra mínima (el 25 %) es de 1.409,80 euros anuales o 100,70 mensuales.
En el caso de las pensiones no contributivas por invalidez, esta no puede ser inferior a la mínima del 25 %, 1.384,60 euros anuales, ni superior a los 5.538,40 mensuales.
Cada año estas cuantías experimentan subidas. La última de ellas, del año 2020 al 2021, es del 1,8 %.
¿Quién gestiona y reconoce el derecho a una pensión no contributiva?
A diferencia de las pensiones contributivas, que son gestionadas por el Ministerio de Empleo y de Seguridad Social, las pensiones no contributivas son gestionadas de manera descentralizada por las comunidades autónomas y las Direcciones provinciales del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) en las ciudades de Ceuta y Melilla.