Los caminos que llevan a El Rocío presentan arenas y dificultades en cuanto a accesibilidad para personas con movilidad reducida o alguna discapacidad.
El turismo rural sigue siendo inaccesible para el colectivo, y ése es el caso de la aldea de El Rocío y sus marismas, así como la peregrinación al encuentro con la Virgen. Una accesibilidad universal rompería estas barreras. Para ello, varios tipos de transporte que han colaborado en el ‘I Camino de la Diversidad’, han permitido la participación de personas con discapacidad.
Entre ellos, Tysa Ford, Dehesa Boyal, y el Consorcio de Transportes del Área Metropolitana de Sevilla. Todas estas empresas han actuado para eliminar las barreras y ajustar el camino a la accesibilidad y los requerimientos técnicos y de diseño adecuados necesarios para que este colectivo pueda realizarlo.